Dulce navidad
- Plaza
- 29 jun 2017
- 2 Min. de lectura
El pasado 10 de diciembre salí a la calle para captar los momentos navideños que tenían lugar en el centro de Valencia. Pensaba que la presencia de luces y del árbol en la plaza del Ayuntamiento ofrecería muchas posibilidades para jugar con las luces y con la exposición. Además, encontré un elemento con el que no contaba, y que acabó convirtiéndose en esencial para algunas de las fotografías que tomé: el carrusel.
Pruebas de larga exposición
El giro del carrusel me hizo pensar que sería buena idea probar con fotografías de larga exposición. De esta forma conseguí el efecto que se puede visualizar: líneas amarillas creando círculos concéntricos, fruto del haz del rastro de luz procedente de las bombillas de la atracción infantil.
Tras probar con distintos encuadres, encontré algunos bastante interesantes. En ellos, jugué con la posición del árbol de navidad y del carrusel. Por su parte, el cerco de luces que rodeaba la plaza juega un papel unificador dentro de la fotografía, aunque probablemente su presencia molesta más que beneficia.
El error del JPG
De todo se aprende. Siempre me habían dicho que debía tomar las fotografías en el formato RAW para que pudiera sacar el máximo partido a su edición. No obstante yo todavía no estaba acostumbrado a hacerlo así, sino que las tomaba en JPG directamente. De hecho, la sesión que realicé a Johan también fue en este formato. Por ello, muchos elementos relativos a la luz no están corregidos por completo. También hay algunos fallos, puesto que al tratar de aumentar la exposición en algunas zonas oscuras, la aberración de color era muy grande. No obstante, estas fotografías también las he subido porque, por otras razones, eran interesantes.
La que se muestra a continuación es un ejemplo. En las zonas oscuras, se pueden observar zonas "menos oscuras" fruto de un intento de sacar luz de píxeles que no podían ofrecerla, debido a estar tomadas en formato JPG. En esta, lo que me gusta es el encuadre.
El "bebé"
Así me gusta llamar al objetivo de 50mm f/1.8. Solo tengo que buenas palabras hacia él. Lo utilicé en alguna ocasión durante esa noche. Gracias a su gran apertura, se puede conseguir una fotografía de calidad en ambientes poco iluminados. Y gracias a la escasa profundidad de campo que proporciona, conseguí una fotografía de los bombones Lindt que me me encanta cada vez que la veo. Aprovechando que me acompañaba una buena amiga, también practiqué el retrato nocturno con este objetivo.
El retrato nocturno y su edición
Aún utilizando este objetivo, como podéis observar en la primera instantánea, la luz sigue siendo deficiente, especialmente si nos fijamos en mi amiga. Por ello, tuve que editarla y aumenté la exposición y los blancos de la fotografía. También modifiqué un poco su color y le di un toque más frío que siempre me acaba gustando más cuando hay asfalto. Las luces traseras son la guinda de la imagen, sin duda.
En definitiva, viví una noche en la que aprendí a resolver problemas que durante el día no suelen presentarse. La fotografía nocturna es especialmente bella, pero conlleva muchas dificultades que, poco a poco, espero poder gestionar.
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